Orígenes de la arquitectura azteca

24 junio, 2021

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Historia

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ARQUITECTURA AZTECA

El Imperio Azteca fue una civilización ubicada en el centro de México que prosperó antes de la llegada de los conquistadores europeos. A lo largo de su historia como civilización, el Imperio Azteca se extendió por gran parte del centro de México y otras áreas circundantes, para convertirse en el pueblo más dominante y poderoso de la región. Tenochtitlan, la principal ciudad azteca (o altepetl), era el centro de este vasto imperio.

INFLUENCIA DE LOS TOLTECAS

Los aztecas fueron maestros constructores y construyeron diferentes tipos de estructuras, como pirámides, canchas de pelota, plazas, templos y casas. Sin embargo, se considera que los toltecas tenían una gran influencia en su propia arquitectura. Los toltecas fueron una civilización mesoamericana que se ubicó en el centro de México desde aproximadamente el año 900 d.C. hasta el 1168 d.C. Son una civilización importante en la historia de la cultura mesoamericana porque muchas sociedades posteriores de la región consideraron a los toltecas como un ejemplo del apogeo de la artesanía y la civilización. Por ejemplo, los aztecas se consideraban los sucesores de los primeros toltecas. De hecho, los aztecas admiraban a los toltecas por muchos aspectos, que incluían: arte, arquitectura, artesanía y cultura. Algunos historiadores han cuestionado si el pueblo azteca era o no descendiente de la sociedad tolteca, pero esta sugerencia también se ha hecho sobre otras civilizaciones mesoamericanas anteriores, incluida la Teotihuacana. Independientemente, el idioma tolteca era el náhuatl, que era el mismo de los aztecas. Además, la palabra náhuatl para los toltecas, en la sociedad azteca, llegó a significar “artesano” en referencia a su opinión de que los toltecas eran el apogeo de la cultura, el arte y el diseño en mesoamérica.

 

TEMPLOS AZTECAS

El Imperio Azteca es famoso por muchas de sus características, incluidos los asombrosos estilos arquitectónicos que utilizaron en la construcción de sus edificios y ciudades. De hecho, la arquitectura azteca siguió principios similares de otras civilizaciones mesoamericanas antiguas, incluido el uso de un sistema de cuadrícula en la construcción de ciudades y la construcción de grandes templos en forma de pirámide. Por ejemplo, la pirámide era un componente central de la construcción azteca y ocupaba un lugar destacado en su propia ciudad-estado (altepetl) en Tenochtitlan. Templo Mayor es el nombre del templo principal de la ciudad capital azteca de Tenochtitlan.

Estructuralmente, el Templo Mayor era una pirámide escalonada con dos santuarios construidos encima y estaba ubicado en el centro de Tenochtitlán. Desafortunadamente, muy poco de la pirámide original permanece y la mayoría de las descripciones del templo provienen de relatos históricos, incluidos los de los conquistadores españoles que lo presenciaron durante la conquista del Imperio Azteca en 1521. Esto se debe a que gran parte del Templo Mayor y Tenochtitlan fueron destruidos por los españoles cuando conquistaron la ciudad y derrotaron al Imperio Azteca. Además, tras la destrucción de Tenochtitlan, los españoles (liderados por Hernán Cortés) construyeron su propia ciudad sobre las ruinas de la antigua capital azteca, que hoy es la actual Ciudad de México.

 

El Templo Mayor que presenciaron los conquistadores españoles en 1521, supuestamente fue la séptima y última versión del gran templo. Los historiadores creen que el gran templo se construyó por primera vez justo después de la fundación de Tenochtitlan en 1325 y luego pasó por muchas modificaciones diferentes a lo largo de la historia de los aztecas. Originalmente, el templo era bastante pequeño y estaba construido con tierra y madera. Luego, sucesivos líderes aztecas, conocidos como huey tlatoani, construyeron el templo.

 

Las excavaciones modernas de las ruinas del Templo Mayor muestran que las modificaciones y adiciones al templo se construyeron literalmente sobre la estructura antigua, creando así muchas capas diferentes del templo que muestran su historia con cada capa.

 

La versión final del Templo Mayor (y la que los españoles presenciaron en 1521) probablemente se construyó a fines del siglo XV. Era una pirámide con cuatro niveles o terrazas diferentes y dos juegos de escaleras que llegaban a la plataforma superior. El templo alcanzaba los 180 pies (60 metros) y estaba coronado por una gran plataforma. Esta plataforma superior contenía dos santuarios a dos dioses aztecas diferentes que desempeñaron un papel importante en la religión de los aztecas. Los registros españoles informan que la pirámide estaba pintada con colores brillantes y contenía relieves artísticos de serpientes y guerreros aztecas.

El Templo Mayor destaca varias características clave de la arquitectura azteca. Primero, no reemplazaron estructuras grandes como templos, sino que simplemente construyeron sobre ellas y las hicieron más grandes y más elaboradas. Esto se ha visto en varios sitios arqueológicos aztecas, pero probablemente se ve mejor en las ruinas encontradas del Templo Mayor. En segundo lugar, los aztecas eran maestros artesanos y podían trabajar fácilmente con la parte superior de piedra para construir templos grandes y elaborados. En tercer lugar, la cultura azteca figuraba en gran medida en su arquitectura, incluidas sus creencias religiosas, dioses y astronomía. Por ejemplo, varias imágenes reaparecen en los templos aztecas, entre ellas: águila, serpiente, caracola y criaturas marinas. Todos estos desempeñaron un papel importante en las creencias culturales aztecas y simbolizaron diferentes aspectos de la vida azteca.

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Arquitectura azteca, planos de construcción

CASAS AZTECAS

En contraste con los grandes templos de piedra, las casas aztecas se construyeron principalmente con troncos de madera que estaban interconectados. También utilizaron ladrillos de barro. El piso de las casas solía ser de tierra o podía estar hecho de piedra. El techo solía estar hecho de pequeños palos tejidos entre sí o de un tipo de paja (paja, hojas, pasto, etc.). Generalmente, los hogares para la clase media (macehualtin) eran de una sola habitación y la familia dormía en esta habitación por la noche y tenía un santuario para honrar a los dioses durante el día. Dicho esto, los hogares de los nobles (pipiltin) eran mucho más elaborados para distinguir su riqueza y prestigio en la sociedad. Por ejemplo, las casas de los nobles eran generalmente más espaciosas y contenían obras de arte más ornamentadas relacionadas con la religión y las costumbres aztecas.

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